Introducción a la revolución del ipad pro
Hace una década, Apple presentó al mundo el primer iPad Pro. Este dispositivo marcó un antes y un después en la línea de productos de Apple, al desafiar la visión inicial de Steve Jobs, quien había declarado un «no» rotundo al uso del stylus. Sin embargo, la introducción del Apple Pencil, destinado a la creación y no a la navegación, demostró que Apple estaba dispuesta a evolucionar.
El iPad Pro de 12,9 pulgadas no solo impresionó por su tamaño, sino que también inició una lucha interna de diez años para establecerse como un verdadero sustituto del ordenador. A lo largo de esta década, el iPad Pro ha pasado por una serie de transformaciones significativas, enfrentándose a su propio creador para lograr su verdadera identidad como dispositivo profesional.
Los primeros pasos: identidad en construcción
El dilema del tamaño y las capacidades
Tras el lanzamiento del modelo inicial de 12,9 pulgadas, Apple introdujo en 2016 un iPad Pro más pequeño, de 9,7 pulgadas. Este movimiento intentaba responder a la pregunta: ¿Era el término «Pro» una cuestión de tamaño o de capacidades? La versión más compacta ofrecía las mismas mejoras internas y la compatibilidad con el Apple Pencil, pero en un formato más manejable, lo que resaltaba la búsqueda de una identidad clara para el dispositivo.
Evolución hacia la ambición creativa
En 2017, la segunda generación del iPad Pro trajo consigo la pantalla ProMotion de 120 Hz y un nuevo tamaño intermedio de 10,5 pulgadas. Estas mejoras de hardware situaron al iPad Pro a la cabeza del mercado de tablets, pero el software seguía siendo un obstáculo. A pesar de sus capacidades avanzadas, el dispositivo estaba limitado por iOS, que no permitía aprovechar al máximo su potencial.
2018: un diseño revolucionario con limitaciones de software
El año 2018 marcó un punto de inflexión significativo con la llegada de un iPad Pro de diseño revolucionario. El dispositivo era prácticamente todo pantalla, integraba Face ID y solucionaba la incomodidad del Apple Pencil mediante la carga magnética. Sin embargo, el software seguía siendo una barrera. El sistema operativo, aún bajo el nombre de iOS, no permitía explotar completamente las capacidades del hardware futurista del iPad Pro.
El salto hacia el mac: un avance a medias
La llegada del chip M1 en 2021 fue un hito para el iPad Pro. Por primera vez, el dispositivo no utilizaba un procesador derivado del iPhone, sino el mismo que los MacBook Pro e iMac. Esto le otorgó al iPad Pro una potencia comparable a la de un ordenador. A pesar de la creciente disponibilidad de aplicaciones profesionales, el software seguía siendo un desafío. Aunque Apple había rebautizado el sistema operativo como iPadOS en 2019, el cambio prometido hacia una independencia real del iPhone aún no se había materializado plenamente.
Avances en software: el comienzo de una nueva era
La llegada de ipados 16 y stage manager
En octubre de 2022, iPadOS 16 introdujo Stage Manager, una función que buscaba mejorar la multitarea en el iPad Pro. Aunque la idea era prometedora, su implementación fue confusa y limitada a dispositivos con el chip M1. Este intento subrayó la necesidad de un cambio más profundo en el enfoque del software para lograr la verdadera independencia del iPad Pro.
2025: la victoria del software
En 2025, el iPad Pro finalmente logró su objetivo. La verdadera transformación vino de la mano del software, no del hardware. Con iPadOS 26, el iPad Pro adoptó un sistema de ventanas similar al de macOS, permitiendo a los usuarios mover y redimensionar aplicaciones con facilidad. La app Archivos también recibió mejoras sustanciales, como la vista por columnas y la capacidad de anclar carpetas al Dock, acercando al iPad Pro a la funcionalidad de un ordenador.
Este avance no solo benefició a los modelos Pro, sino que todas las iPads compatibles pudieron disfrutar de estas innovaciones, consolidando al iPad como un verdadero competidor en el ámbito de los dispositivos profesionales. La guerra por su identidad ha culminado con éxito, y el iPad Pro se ha convertido en el ordenador que siempre debió ser.
Nov 13 2025
La historia del iPad Pro es la de una guerra de 10 años contra su propio creador. En su décimo aniversario, por fin ha ganado
Introducción a la revolución del ipad pro
Hace una década, Apple presentó al mundo el primer iPad Pro. Este dispositivo marcó un antes y un después en la línea de productos de Apple, al desafiar la visión inicial de Steve Jobs, quien había declarado un «no» rotundo al uso del stylus. Sin embargo, la introducción del Apple Pencil, destinado a la creación y no a la navegación, demostró que Apple estaba dispuesta a evolucionar.
El iPad Pro de 12,9 pulgadas no solo impresionó por su tamaño, sino que también inició una lucha interna de diez años para establecerse como un verdadero sustituto del ordenador. A lo largo de esta década, el iPad Pro ha pasado por una serie de transformaciones significativas, enfrentándose a su propio creador para lograr su verdadera identidad como dispositivo profesional.
Los primeros pasos: identidad en construcción
El dilema del tamaño y las capacidades
Tras el lanzamiento del modelo inicial de 12,9 pulgadas, Apple introdujo en 2016 un iPad Pro más pequeño, de 9,7 pulgadas. Este movimiento intentaba responder a la pregunta: ¿Era el término «Pro» una cuestión de tamaño o de capacidades? La versión más compacta ofrecía las mismas mejoras internas y la compatibilidad con el Apple Pencil, pero en un formato más manejable, lo que resaltaba la búsqueda de una identidad clara para el dispositivo.
Evolución hacia la ambición creativa
En 2017, la segunda generación del iPad Pro trajo consigo la pantalla ProMotion de 120 Hz y un nuevo tamaño intermedio de 10,5 pulgadas. Estas mejoras de hardware situaron al iPad Pro a la cabeza del mercado de tablets, pero el software seguía siendo un obstáculo. A pesar de sus capacidades avanzadas, el dispositivo estaba limitado por iOS, que no permitía aprovechar al máximo su potencial.
2018: un diseño revolucionario con limitaciones de software
El año 2018 marcó un punto de inflexión significativo con la llegada de un iPad Pro de diseño revolucionario. El dispositivo era prácticamente todo pantalla, integraba Face ID y solucionaba la incomodidad del Apple Pencil mediante la carga magnética. Sin embargo, el software seguía siendo una barrera. El sistema operativo, aún bajo el nombre de iOS, no permitía explotar completamente las capacidades del hardware futurista del iPad Pro.
El salto hacia el mac: un avance a medias
La llegada del chip M1 en 2021 fue un hito para el iPad Pro. Por primera vez, el dispositivo no utilizaba un procesador derivado del iPhone, sino el mismo que los MacBook Pro e iMac. Esto le otorgó al iPad Pro una potencia comparable a la de un ordenador. A pesar de la creciente disponibilidad de aplicaciones profesionales, el software seguía siendo un desafío. Aunque Apple había rebautizado el sistema operativo como iPadOS en 2019, el cambio prometido hacia una independencia real del iPhone aún no se había materializado plenamente.
Avances en software: el comienzo de una nueva era
La llegada de ipados 16 y stage manager
En octubre de 2022, iPadOS 16 introdujo Stage Manager, una función que buscaba mejorar la multitarea en el iPad Pro. Aunque la idea era prometedora, su implementación fue confusa y limitada a dispositivos con el chip M1. Este intento subrayó la necesidad de un cambio más profundo en el enfoque del software para lograr la verdadera independencia del iPad Pro.
2025: la victoria del software
En 2025, el iPad Pro finalmente logró su objetivo. La verdadera transformación vino de la mano del software, no del hardware. Con iPadOS 26, el iPad Pro adoptó un sistema de ventanas similar al de macOS, permitiendo a los usuarios mover y redimensionar aplicaciones con facilidad. La app Archivos también recibió mejoras sustanciales, como la vista por columnas y la capacidad de anclar carpetas al Dock, acercando al iPad Pro a la funcionalidad de un ordenador.
Este avance no solo benefició a los modelos Pro, sino que todas las iPads compatibles pudieron disfrutar de estas innovaciones, consolidando al iPad como un verdadero competidor en el ámbito de los dispositivos profesionales. La guerra por su identidad ha culminado con éxito, y el iPad Pro se ha convertido en el ordenador que siempre debió ser.
By Roger Casadejús Pérez • Blog 0