Cómo mejorar el rendimiento del iPad paso a paso

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1. mantén ipados y las apps siempre al día

Una de las claves para que tu iPad se mantenga ágil es que el sistema operativo y las aplicaciones estén actualizados. Cada versión nueva de iPadOS suele incluir mejoras de rendimiento, correcciones de errores y parches de seguridad que, en muchos casos, solucionan cuelgues y lentitud.

Verificación de la versión del sistema y actualizaciones

Para comprobar si tienes una versión reciente, entra en Ajustes > General > Información y mira el apartado de versión. Después, ve a Ajustes > General > Actualización de software y revisa si hay una actualización disponible. Si la hay, descarga e instala con el iPad conectado al cargador y a una red Wi‑Fi estable para evitar cortes.

Es importante que, antes de dar el salto a una nueva versión de iPadOS, hagas una copia de seguridad completa en iCloud o en un ordenador. Así te aseguras de no perder datos si algo se complica durante el proceso. Además, el dispositivo debería tener al menos 8‑10 GB libres para poder instalar la actualización con tranquilidad.

Actualización de aplicaciones

En cuanto a las apps, mantén actualizadas sobre todo las que más utilizas. Las nuevas versiones suelen corregir fallos, optimizar el consumo de memoria y mejorar la compatibilidad con el sistema. Puedes revisar todo en la App Store, en tu perfil, dentro del apartado de actualizaciones.

2. reinicia el ipad y cierra lo que se queda colgado

Puede sonar muy básico, pero mucha gente pasa semanas o incluso meses sin reiniciar el iPad. Con el tiempo se acumulan procesos en segundo plano, caché y pequeñas fugas de memoria que acaban haciendo que todo vaya más torpe.

Procedimiento para reiniciar el ipad

Para reiniciar correctamente, mantén pulsado el botón superior (o lateral) y uno de los botones de volumen hasta que aparezca el deslizador de apagado. Desliza, espera unos segundos a que se apague del todo y vuelve a encenderlo manteniendo pulsado el botón superior hasta que veas el logotipo de Apple.

Hacer esto una vez a la semana es una buena costumbre para que el sistema limpie memoria RAM, cierre procesos colgados y refresque servicios internos. Si notas un comportamiento raro (apps que se congelan, pantallas en blanco, etc.), prueba este reinicio antes de meterte en cosas más avanzadas.

Cierre de aplicaciones en segundo plano

Respecto a las apps en segundo plano, iPadOS gestiona bastante bien los recursos, así que no hace falta obsesionarse con cerrarlas continuamente. Aun así, si una aplicación se ha quedado pillada o notas el iPad muy espeso, abre el selector de apps (desliza hacia arriba desde la parte inferior y mantén en el centro, o pulsa dos veces el botón de inicio en iPads antiguos) y desliza hacia arriba las apps que no necesites o que estén dando problemas.

3. libera almacenamiento y ordena tus archivos

Un iPad con la memoria casi llena es una receta perfecta para la lentitud. Tanto Apple como los servicios técnicos recomiendan mantener, como mínimo, 1 GB libre, y mejor un 10‑15 % del almacenamiento total. Si vas siempre al límite, notarás bloqueos, apps que se cierran y problemas con las actualizaciones. Para aprender a gestionar mejor ese espacio te puede ayudar una guía práctica sobre cómo optimizar el almacenamiento.

Gestión de almacenamiento en el ipad

Ve a Ajustes > General > Almacenamiento del iPad. Ahí verás una barra con el espacio total y en uso, y un listado de apps con el tamaño que ocupa cada una. Además, iPadOS suele mostrar recomendaciones automáticas para ahorrar espacio, como vaciar fotos grandes, eliminar conversaciones antiguas o activar funciones de optimización.

Opciones de liberación de espacio

Dentro de cada app, tendrás varias opciones: Desinstalar app (vaciar), que borra la aplicación pero mantiene documentos y datos, o Eliminar app, que se lleva por delante tanto la app como sus datos. En algunos casos también podrás borrar solo ciertos documentos o archivos internos.

Fotos, vídeos, música y descargas suelen ser los grandes culpables. Te interesa revisar tus álbumes, borrar vídeos pesados, fotos duplicadas o capturas que ya no sirven y, si te quedas corto de espacio, apoyarte en servicios en la nube como iCloud, Google Fotos o similares para no tener todo guardado en la memoria interna.

Desinstalar aplicaciones no utilizadas

Si quieres ir un paso más allá, puedes activar opciones como «Desinstalar apps no usadas» (en versiones recientes, dentro del apartado de almacenamiento y App Store), de forma que el propio sistema quite aplicaciones que casi no usas cuando necesite espacio, manteniendo intactos tus datos para reinstalarlas después.

4. controla actualizaciones en segundo plano, notificaciones y conexiones

Una forma sencilla de quitarle trabajo al iPad es limitar todo aquello que está funcionando por detrás sin que te des cuenta: actualización en segundo plano, notificaciones que saltan cada segundo, servicios de localización y conexiones que no usas.

Configuración de actualizaciones en segundo plano

La actualización de apps en segundo plano permite que aplicaciones como redes sociales, correo o noticias descarguen contenido aunque no las tengas abiertas, algo que puede afectar especialmente si usas multitarea con imagen dentro de imagen. Es cómodo, pero en modelos veteranos puede penalizar el rendimiento. Puedes gestionarlo en Ajustes > General > Actualización en segundo plano. Allí podrás desactivar la función por completo o limitarla solo a las apps que realmente lo necesiten.

Gestión de notificaciones

Las notificaciones también consumen recursos y batería, además de ser un incordio si no las tienes bien controladas. Desde Ajustes > Notificaciones revisa app por app y desactiva las que no aportan nada o reduce el tipo de aviso (por ejemplo, solo insignias sin sonidos ni banners).

Conexiones y servicios de localización

En cuanto a conexiones, si no estás utilizando accesorios ni compartiendo archivos, es buena idea apagar Bluetooth cuando no haga falta. Lo mismo con los servicios de localización: en Ajustes > Privacidad > Localización puedes desactivarlos globalmente o limitar el acceso a determinadas apps (por ejemplo, solo al usar la app y no siempre).

Otro punto a vigilar es el modo de bajo consumo o modo de ahorro de batería. Cuando está activado, el sistema reduce ciertas funciones y rendimiento para exprimir la batería al máximo. Si necesitas que el iPad vaya a tope y estás conectado a la corriente, te interesa mantener este modo desactivado en Ajustes > Batería.

5. reduce animaciones y efectos visuales de ipados

Las transiciones, transparencias y efectos de movimiento dan un toque vistoso, pero también suponen un trabajo extra para la GPU y el procesador. En iPads antiguos o muy justos de recursos, desactivar parte de ese adorno visual suele dar un pequeño empujón de rendimiento.

Desactivación de efectos visuales

Para hacerlo, entra en Ajustes > Accesibilidad > Movimiento y activa la opción Reducir movimiento. Con esto se acortan animaciones como el zoom al abrir apps o el efecto de paralaje de los iconos, haciendo que todo se vea más directo y menos cargado.

Desde Ajustes > Accesibilidad > Tamaño de pantalla y texto (o «Display & Text Size» según versión) puedes activar Reducir transparencia, lo que elimina efectos de desenfoque y fondos translúcidos en menús, Dock, Centro de control, etc. Menos bonito, sí, pero más ligero para el sistema.

También puedes dejar de usar fondos dinámicos o animados y escoger un fondo estático sencillo desde Ajustes > Fondo de pantalla. Esto ayuda un poco a la fluidez y, de paso, reduce el consumo energético.

6. usa safari y limpia caché, cookies y datos de navegación

En iPad, Safari está perfectamente integrado con iPadOS, así que suele ser más eficiente en consumo de recursos que navegadores como Chrome o Firefox. Si tu tablet va justa, merece la pena usar Safari como navegador principal.

Limpieza de datos de navegación

Con el paso del tiempo, el navegador acumula historial, cookies, caché y datos de sitios web que pueden ralentizar la carga de páginas o provocar errores raros. Para darle un lavado de cara, entra en Ajustes > Safari y toca en Borrar historial y datos de sitios web. Ten en cuenta que esto cerrará sesiones en webs donde hayas iniciado sesión.

Si no quieres ser tan radical, también puedes limpiar datos de sitios concretos desde el apartado de Avanzado > Datos de sitios web, escogiendo solo los dominios problemáticos. Hacer esta limpieza una vez al mes mantiene el navegador más ligero, seguro y rápido.

7. cuida la batería y vigila la temperatura del ipad

Aunque la relación no siempre es evidente, el estado de la batería influye en el rendimiento. Cuando la batería está muy degradada, el sistema puede limitar la potencia del procesador para evitar apagados inesperados, sobre todo si detecta picos de consumo.

Revisión de la salud de la batería

En iPhone existe un apartado específico de salud de la batería, pero en iPad Apple no lo muestra de forma tan clara. Aun así, si notas que el dispositivo se apaga de golpe con batería restante, se calienta demasiado o dura muchísimo menos que antes, es buena idea que un servicio técnico revise la batería y valore si merece la pena cambiarla.

Control de la temperatura

La temperatura también cuenta. Si sometes el iPad a altas temperaturas (por ejemplo, al sol en verano, dentro del coche o mientras juegas y lo cargas a la vez), el rendimiento puede caer para proteger los componentes internos. Siempre conviene usarlo en entornos con temperatura moderada y evitar cargarlo si ya está muy caliente.

Si notas que, al abrir ciertos juegos o apps pesadas, el dispositivo se calienta demasiado, cierra lo que no estés usando, reduce animaciones, desactiva conexiones innecesarias y dale unos minutos de descanso. Un sobrecalentamiento sostenido a la larga no le sienta nada bien ni a la batería ni al resto del hardware.

8. revisa tu conexión a internet y la red móvil

Muchas veces pensamos que el iPad va lento… y lo que va lento en realidad es la conexión. Si utilizas apps que dependen de internet (navegador, streaming, redes sociales, juegos online, videollamadas), una red Wi‑Fi saturada o con mala cobertura se traduce en retrasos, cortes y tiempos de espera interminables.

Optimización de la conexión wi-fi

Prueba a acercarte más al router, cambiar a otra banda Wi‑Fi (2,4 GHz frente a 5 GHz), reiniciar el router o conectarte a otra red para ver si la cosa mejora. Si usas datos móviles, ten en cuenta que el rendimiento puede verse afectado al cambiar entre antenas, zonas con poca cobertura o congestión de red.

Consulta con tu operador

Si el problema con los datos móviles se repite en varias zonas y con buena cobertura aparente, puede que toque hablar con tu operador para descartar incidencias o limitaciones de velocidad en tu línea.

9. borra copias de seguridad y archivos basura que arrastras de años

A lo largo del tiempo, muchos iPads van arrastrando copias de seguridad antiguas, restos de apps, documentos obsoletos y archivos temporales que pueden generar conflictos o simplemente ocupar memoria sin sentido.

Limpieza de archivos innecesarios

Si sueles restaurar copias de seguridad de un dispositivo a otro, puede pasar que estés “llevando contigo” archivos corruptos o configuraciones problemáticas que afectan al rendimiento del sistema. En esos casos, a veces lo mejor es partir de cero, como veremos más adelante con la restauración de fábrica.

Mientras tanto, puedes ir haciendo limpieza en apps tipo gestor de archivos, apps de ofimática, apps de edición de vídeo o audio, etc., donde se suelen acumular versiones antiguas de proyectos, documentos duplicados, descargas que ya no te hacen falta y otros restos que solo ocupan espacio.

10. ten cuidado con las betas y posibles bugs de ipados

Si estás probando una versión beta de iPadOS por curiosidad o por trabajo, debes saber que las betas están pensadas para desarrolladores y pruebas, y es relativamente frecuente que incluyan errores de rendimiento, consumo de batería y estabilidad. En un dispositivo que necesitas para el día a día no suelen ser la mejor idea.

Problemas comunes en versiones beta

Incluso en versiones estables puede haber bugs concretos que afecten a ciertos modelos o configuraciones: apps que se cierran solas, reinicios aleatorios, problemas con Wi‑Fi o Bluetooth, fallos en notificaciones, sobrecalentamiento o mensajes de error extraños. En muchos casos se van corrigiendo con las siguientes actualizaciones.

Si crees que tu problema puede venir por ahí, asegúrate de tener el iPad siempre en la última versión estable disponible y, si estabas en una beta, plantéate salir del programa e instalar una versión oficial limpia. Antes de nada, copia de seguridad al canto, que nunca sobra.

11. restaura el ipad de fábrica para dejarlo como nuevo

Cuando ya has probado todo lo anterior y el iPad sigue yendo como un caracol, llega el momento de plantearse la opción más drástica: borrar todo el contenido y ajustes y configurarlo desde cero. Es como formatear un ordenador: te llevas por delante archivos basura, configuraciones raras y restos de apps que ni recordabas.

Procedimiento para restaurar el ipad

Antes de hacer nada, crea una copia de seguridad en iCloud o en tu ordenador. Si tu idea es empezar totalmente limpio, lo ideal es que luego no restaures esa copia, sino que configures el iPad como dispositivo nuevo y solo vuelvas a instalar las apps y datos que realmente necesitas, y aprovecha para dominar tu iPad.

Desde el propio iPad, ve a Ajustes > General > Transferir o restablecer el iPad y pulsa en Borrar contenidos y ajustes (o la opción equivalente según versión). El sistema te pedirá el código del dispositivo y la contraseña de tu ID de Apple. Después comenzará el proceso, que puede tardar varios minutos.

Si quieres un borrado todavía más limpio, puedes hacer la restauración con un Mac o PC usando Finder o iTunes, poniendo el iPad en modo recuperación y reinstalando el sistema desde cero. Cuando se reinicie y aparezca la pantalla de bienvenida, configúralo como iPad nuevo para evitar arrastrar problemas antiguos.

Ten presente que esto elimina absolutamente todo: fotos, vídeos, apps, documentos y ajustes. Asegúrate de guardar previamente lo que no quieras perder en la nube, en un disco externo o en otro dispositivo.

12. valora un cambio de batería o acudir al servicio técnico

Si, después de limpiar, actualizar y restaurar, el iPad sigue dando guerra, es posible que el problema ya no sea de software sino de hardware: batería, memoria, almacenamiento o placa. En estos casos, improvisar no suele ser buena idea; lo más prudente es pasar por un servicio técnico.

Consulta con un servicio técnico autorizado

Si tu iPad sigue en garantía (o cuenta con AppleCare), lo ideal es pedir cita en una Apple Store o en un Servicio Técnico Autorizado (SAT). Pueden hacer un diagnóstico más preciso, comprobar el estado de la batería, detectar posibles fallos de componentes y, si procede, reparar o sustituir el equipo sin coste o con presupuesto cerrado.

Si ya no tiene garantía, un SAT sigue siendo una buena opción porque trabajan con piezas de calidad y no invalidan reparaciones anteriores. En muchas ocasiones simplemente cambiando una batería en mal estado el dispositivo vuelve a la vida, con menos calentamiento, menos reinicios y más fluidez.

En cualquier caso, el presupuesto de reparación suele ser orientativo y sin compromiso, así que siempre puedes valorar si compensa invertir en arreglarlo o es mejor guardar ese dinero para un modelo nuevo.

13. ¿ha llegado la hora de cambiar de ipad?

Llega un punto en el que, aunque lo tengas todo al día y lo cuides al máximo, el hardware se queda corto para lo que exigen las últimas versiones de iPadOS y las apps modernas. Si tu iPad ya no recibe actualizaciones de sistema, se arrastra con apps básicas o no soporta funciones que necesitas, quizá sea momento de ir pensando en un relevo.

Consideraciones antes de adquirir un nuevo ipad

Antes de tirarte a la piscina, valora bien qué uso le das: trabajo, estudio, dibujo, consumo multimedia, juegos, etc. Compara procesador, RAM, capacidad de almacenamiento, compatibilidad con accesorios (Apple Pencil, teclados, etc.) y autonomía de los distintos modelos actuales, como el nuevo iPad Pro con chip M5, para elegir el que más encaje contigo.

Apple y otros fabricantes ofrecen programas de recompra o Trade In en los que entregas tu iPad antiguo a cambio de un descuento en el nuevo o una tarjeta regalo. Aunque el valor dependerá del modelo y su estado, puede ayudarte a rebajar bastante la factura y, de paso, te aseguras de que el dispositivo se recicla correctamente.

Los modelos más recientes aportan una mejor experiencia general: más potencia, gráficos más fluidos, más años de actualizaciones y mejor gestión de batería. Si tu iPad actual ya no da más de sí, verlo como una inversión a medio plazo suele tener sentido.

Siguiendo todos estos pasos, desde los ajustes más simples hasta las soluciones más radicales, tienes muchas opciones para recuperar la velocidad de tu iPad, exprimir al máximo su vida útil y, llegado el momento, dar el salto a un modelo nuevo con la tranquilidad de haber hecho todo lo posible por el actual.