China contraataca a Estados Unidos con aranceles recíprocos. Y pagar 2.300 dólares o 2.500 euros por un iPhone no parece una opción viable

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El contexto de la guerra comercial entre china y estados unidos

La relación comercial entre China y Estados Unidos ha sido una de las más influyentes en la economía global durante las últimas décadas. Sin embargo, en los últimos años, esta relación ha estado marcada por tensiones y desacuerdos, principalmente debido a las políticas arancelarias implementadas por ambas naciones. La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos sobre productos chinos fue respondida por China con medidas similares, dando lugar a una guerra comercial que ha afectado a múltiples sectores económicos.

Antecedentes de la guerra comercial

La disputa comercial comenzó en 2018 cuando Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, decidió imponer aranceles sobre productos chinos valorados en miles de millones de dólares. Estas medidas fueron justificadas por la administración estadounidense como una respuesta a lo que consideraban prácticas comerciales desleales por parte de China, incluyendo el robo de propiedad intelectual y el desequilibrio en la balanza comercial.

Aranceles recíprocos de china

China respondió casi inmediatamente a las medidas arancelarias de Estados Unidos con aranceles equivalentes sobre productos estadounidenses. Este tipo de respuesta, conocido como aranceles recíprocos, ha sido un componente clave de la estrategia de China para enfrentar las políticas comerciales de Estados Unidos. Entre los productos afectados se encuentran los productos agrícolas, automóviles y tecnología, áreas en las que Estados Unidos mantiene una fuerte presencia en el mercado internacional.

Impacto económico de los aranceles

Los aranceles recíprocos han tenido un impacto significativo en la economía global, afectando tanto a consumidores como a empresas en ambos países. Estos aranceles han resultado en un aumento de costos para las empresas que dependen de materias primas importadas, mientras que los consumidores han visto un incremento en los precios de los productos.

Consecuencias para las empresas estadounidenses

Muchas empresas estadounidenses que dependen de componentes y productos fabricados en China han experimentado un aumento en sus costos operativos. Esto se debe a los aranceles adicionales que deben pagar para importar estos productos. Como resultado, algunas empresas han decidido trasladar sus cadenas de suministro a otros países o han aumentado los precios para los consumidores finales.

Efectos en la economía china

China también ha enfrentado retos significativos debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Las exportaciones chinas a Estados Unidos han disminuido, lo que ha afectado a industrias que dependen en gran medida del mercado estadounidense. Sin embargo, China ha buscado diversificar su mercado de exportaciones, fortaleciendo relaciones comerciales con otros países para mitigar el impacto.

El caso de los iphone: precios prohibitivos

Uno de los ejemplos más ilustrativos del impacto de la guerra comercial en los consumidores es el aumento en los precios de los iPhone. Con aranceles adicionales sobre componentes y productos electrónicos, el costo de producción de dispositivos como el iPhone ha aumentado, lo que se refleja en precios más altos para los consumidores.

Por qué los iphone son más caros

El aumento en los precios de los iPhone se debe en gran parte a los costos adicionales que Apple enfrenta debido a los aranceles. Estos costos son trasladados a los consumidores, quienes ahora deben pagar precios significativamente más altos por los dispositivos. Se estima que los precios de los iPhone podrían llegar a los 2.300 dólares o 2.500 euros, un costo que muchos consumidores consideran prohibitivo.

Alternativas para los consumidores

Frente a estos precios elevados, los consumidores están buscando alternativas más asequibles. Entre las opciones disponibles se encuentran dispositivos de marcas competidoras que ofrecen características similares a un costo menor. Además, algunos consumidores optan por adquirir modelos de generaciones anteriores o dispositivos reacondicionados, que ofrecen una relación calidad-precio más atractiva.

Intereses estratégicos y geopolíticos

La guerra comercial entre China y Estados Unidos no solo tiene implicaciones económicas, sino también geopolíticas. Ambos países están utilizando sus políticas comerciales para fortalecer sus posiciones en el escenario global.

Posicionamiento de china en asia

China ha utilizado la guerra comercial como una oportunidad para consolidar su influencia en Asia. A través de iniciativas como la Franja y la Ruta, China busca fortalecer sus lazos comerciales y aumentar su influencia en la región. Este enfoque ha ayudado a China a mitigar algunos de los efectos negativos de los aranceles impuestos por Estados Unidos.

Estrategia de estados unidos

Por otro lado, Estados Unidos ha buscado reforzar sus alianzas con otras naciones para contrarrestar la influencia de China. A través de acuerdos comerciales con países como Japón y Corea del Sur, Estados Unidos intenta diversificar sus relaciones comerciales y reducir su dependencia de productos chinos.

El futuro de la relación comercial

El futuro de la relación comercial entre China y Estados Unidos sigue siendo incierto. Las negociaciones continuas y los cambios en las administraciones políticas de ambos países podrían influir en la dirección que tome esta relación en los próximos años.

Posibles escenarios

Existen varios escenarios posibles para el futuro de la relación comercial. Una opción es que ambos países lleguen a un acuerdo que elimine o reduzca significativamente los aranceles, lo que podría revitalizar el comercio entre ambas naciones. Otra posibilidad es que las tensiones continúen, lo que podría llevar a una mayor fragmentación del comercio global.

Impacto en el comercio global

Independientemente del resultado, la guerra comercial entre China y Estados Unidos ha destacado la interconexión de la economía global. Las decisiones tomadas por estas dos potencias económicas tienen el potencial de afectar no solo a sus economías internas, sino también a la economía global en su conjunto. Las empresas y los consumidores de todo el mundo deben estar preparados para adaptarse a un entorno comercial en constante cambio.