Cómo mejorar tu productividad con Stream Deck y control decks

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Gama de dispositivos stream deck y alternativas para productividad

Elgato ha construido toda una familia de controladores Stream Deck pensados inicialmente para creadores de contenido, pero que hoy encajan igual de bien en oficinas, estudios y entornos empresariales. Lo interesante es que puedes elegir el modelo que mejor se adapta al espacio de tu escritorio y a la complejidad de tu flujo de trabajo.

En el extremo más compacto está el Stream Deck Mini, con 6 teclas LCD personalizables. Es ideal si quieres probar este tipo de dispositivo sin ocupar demasiado sitio o si solo necesitas unos cuantos atajos clave para reuniones, ofimática o acciones muy concretas. Aun con tan pocas teclas, puedes crear múltiples páginas y perfiles, así que se le puede sacar mucho jugo.

El modelo estándar de 15 teclas suele ser el punto dulce para la mayoría: ofrece espacio suficiente para escenas, macros, controles de audio y accesos directos a tus aplicaciones principales. Elgato lo comercializa con interruptores estándar o de tijera, y en varias versiones estéticas: cuatro colores base y otros cuatro diseños con temática gaming, además de placas frontales intercambiables con más de diez estilos diferentes.

Si necesitas todavía más superficie de control, el Stream Deck XL sube la apuesta hasta 32 teclas. Es perfecto para estudios de producción, setups de streaming complejos o flujos de trabajo llenos de macros y escenas. Con tantos botones, puedes dedicar páginas enteras a aplicaciones individuales (por ejemplo, una para edición de vídeo, otra para audio, otra para automatizaciones de escritorio) sin sentirte limitado.

La familia se completa con variantes más especializadas: el Stream Deck Neo, con 8 botones, Infobar y dos Touch Points para desplazarte entre configuraciones; y el Stream Deck +, que añade 4 diales físicos y una banda táctil, convirtiéndose en una especie de híbrido entre controlador de estudio y panel de macros. Todos estos modelos permiten crear perfiles y acciones personalizadas, pero cada uno brilla en un tipo de uso concreto.

En el ámbito profesional de alto nivel destaca el Stream Deck Studio, una unidad de formato rack pensada para instalaciones de estudio y entornos empresariales, integrada con software como Bitfocus. Ofrece routing crosspoint, supervisión SNMP, emisión IP mediante NMOS y capacidad para integrarse en flujos SDI/IP avanzados y conmutación KVM, muy por encima del típico uso doméstico.

Para fabricantes OEM, Elgato también ofrece versiones modulares del Stream Deck en formatos de 6, 15 o 32 botones, lo que permite integrar este tipo de teclas LCD en hardware a medida. Y si lo que quieres es controlar cosas con el pie (ideal para músicos, podcasters o streamers que necesitan manos libres), el Stream Deck Pedal completa el ecosistema con hasta tres pedales programables.

En paralelo han surgido alternativas como el Mars Gaming MSD-PRO, que sigue el mismo enfoque de centralizar controles, pero con su propia propuesta: 10 teclas LCD, 4 diales multifunción, pantalla táctil extendida y hub USB integrado. Aunque no pertenece al ecosistema oficial de Elgato, el concepto es el mismo: tener un control deck profesional que concentre atajos, macros y automatizaciones para ahorrar tiempo.

Por qué un control deck dispara tu productividad

Un buen control deck no solo agrupa atajos, transforma la forma en la que te relacionas con tus herramientas. En vez de memorizar combinaciones de teclas o andar cazando iconos en menús interminables, cada acción importante pasa a estar representada por un botón claro, con su icono y su nombre.

La principal ventaja es la ejecución de acciones con un solo toque: cambiar de escena en una retransmisión, abrir tu espacio de trabajo, lanzar scripts, activar efectos o iniciar una rutina completa se reduce a pulsar una tecla. Esto recorta los tiempos de reacción y, sobre todo, disminuye la probabilidad de cometer errores en directo o en tareas críticas.

La retroalimentación visual es otro factor clave. Las teclas LCD (y en el caso del Stream Deck +, la banda táctil y los diales) pueden mostrar iconos, estados, animaciones o métricas en tiempo real: saber si el micrófono está silenciado, ver qué escena está activa, comprobar el volumen o vigilar indicadores de sistema sin mirar a la pantalla principal.

La personalización también marca la diferencia en productividad. Cada tecla, dial o gesto puede adaptarse al programa que estés usando, con perfiles específicos para cada aplicación: uno para Photoshop, otro para Premiere, otro para tu DAW de audio, otro para el navegador, etc. Además, el software de Stream Deck detecta qué aplicación está en primer plano y cambia el perfil de forma dinámica, de modo que siempre tienes los atajos que necesitas en ese momento.

Por último, centralizar controles ayuda a reducir el desorden físico y mental. Tener cámara, iluminación, audio, escenas, atajos de sistema y automatizaciones gestionadas desde un único panel evita saltar continuamente entre ratón, teclado y ventanas. Esto no solo libera espacio en el escritorio, y con soluciones como usar el iPad como segunda pantalla, también reduce la fatiga cognitiva al minimizar la cantidad de cosas que tienes que recordar y supervisar manualmente.

Plugins: el verdadero superpoder de stream deck

El motivo por el que Stream Deck resulta tan potente es la enorme variedad de plugins disponibles, que actúan como pequeñas apps capaces de comunicar el dispositivo con casi cualquier software o servicio. Se instalan desde Elgato Marketplace y, en cuestión de segundos, añaden nuevas acciones listas para arrastrar a tus teclas.

Piensa en los plugins como en las aplicaciones de tu smartphone: tienes uno para OBS Studio con el que controlas escenas, grabaciones y retransmisiones; otro para Photoshop para disparar herramientas o automatizar pasos frecuentes; otro para Discord con mute, push-to-talk o cambio de canal; integración con Twitch, YouTube o Twitter; plugins para Spotify o Apple Music; y muchos más orientados a productividad pura.

La clave está en que la comunicación es bidireccional. El Stream Deck envía órdenes al programa (por ejemplo, cambiar de escena o aplicar un filtro), y el programa responde mostrando en la tecla información actualizada: si estás en directo, qué capa está activa, qué efecto está aplicado, si un botón está encendido o apagado, etc. Esto permite trabajar casi sin mirar la interfaz del software.

Elgato Marketplace concentra un catálogo inmenso de complementos, desde integraciones oficiales hasta desarrollos de terceros para aplicaciones muy específicas. Encontrarás plugins para herramientas de edición, suites de ofimática, automatización, control domótico y mucho más. Esto hace que, casi seguro, haya algún plugin ya creado para la herramienta que usas a diario.

Si no existe un plugin concreto para tu programa favorito, no todo está perdido. Siempre puedes recurrir a las teclas de acceso rápido (hotkeys) y a acciones genéricas como abrir aplicaciones, enviar combinaciones de teclas, lanzar scripts o interactuar con automatizaciones externas (por ejemplo, flujos de trabajo de Power Automate en Windows o Atajos en macOS), integrando así cualquier software en tu panel.

Teclas de acceso rápido avanzadas: más allá del teclado normal

Las teclas de acceso rápido son el plan B (o más bien, el comodín) cuando un programa no tiene plugin propio. Cualquier aplicación puede escuchar combinaciones de teclas del teclado, y eso es precisamente lo que Stream Deck puede emular desde sus botones.

El proceso es sencillo: configuras una acción de tecla de acceso rápido y grabas la combinación que quieras. Por ejemplo, si en Photoshop usas Ctrl+Alt+Mayús+N para crear una nueva capa, puedes asignar esa combinación a una tecla del Stream Deck, ponerle un nombre y un icono, y olvidarte para siempre de recordar la secuencia completa.

Lo interesante es que Stream Deck también puede usar teclas “ocultas” que tu teclado físico no incluye, como las funciones F13 a F24. Casi ningún teclado moderno las trae impresas, pero el sistema operativo sí las reconoce, y muchos programas permiten utilizarlas como atajos totalmente personalizados.

Esto resuelve un problema muy común: los conflictos de atajos entre aplicaciones. Al configurar teclas F13-F24 como accesos rápidos específicos para tus herramientas y enlazarlas desde el Stream Deck, te aseguras prácticamente al 99,9 % de que ningún otro programa esté usando esas combinaciones, evitando choques y comportamientos raros.

La configuración es muy directa: en Stream Deck, creas una acción de tecla de acceso rápido, despliegas la lista de entradas disponibles y eliges una función entre F13 y F24. Luego, en el programa que quieres automatizar, vas a sus preferencias de atajos, seleccionas el comando que te interesa y, en lugar de pulsar una combinación en el teclado, simplemente aprietas la tecla del Stream Deck. Queda asignado en un momento y con un atajo que no te robará espacio de tu teclado habitual.

Trucos prácticos para exprimir tu stream deck en el día a día

Una de las funciones estrella para productividad son las Multi Actions, que te permiten encadenar varias acciones y lanzarlas con un solo toque. Imagina pulsar un botón y que, en segundos, se abra tu suite de trabajo, se coloquen las ventanas como te gustan, se baje el volumen de música, se silencien notificaciones y se active un temporizador de foco.

Con las Multi Actions puedes crear “rutinas” adaptadas a cada momento: un botón para iniciar la jornada laboral, otro para entrar en modo streaming, otro para sesiones de edición intensiva, o incluso un perfil completo para reuniones. Cada rutina puede incluir encendido o apagado de luces, ajustes de audio, apertura de webs y todo lo que el sistema sea capaz de automatizar.

En videollamadas con Zoom, Teams o Google Meet, el Stream Deck también es un salvavidas. Puedes dedicar un pequeño perfil a controles típicos: activar o desactivar la cámara, mutear el micro, compartir pantalla, abrir el chat, lanzar una reacción o cambiar de escena si usas un software de mezcla de vídeo en paralelo.

Esto evita el caos de tener mil ventanas abiertas y perder tiempo buscando el botón correcto. En vez de cazar el icono del micro con el ratón, accionas una tecla con un icono bien grande y listo. Además, si lo combinas con plugins específicos para estas plataformas, podrás ver estados en tiempo real (por ejemplo, si estás en mute) directamente en la tecla.

Otro truco muy potente es integrar el Stream Deck con los Atajos de macOS/iOS o con Power Automate en Windows. De esta forma, una tecla del panel puede lanzar flujos de trabajo complejos: exportar archivos, renombrar lotes de documentos, mover carpetas a ubicaciones predefinidas, hacer copias de seguridad rápidas o disparar procesos de negocio completos en entornos corporativos.

No hay que olvidar el control de dispositivos inteligentes. Con los plugins adecuados, o incluso usando el iPhone como control remoto universal, puedes encender y apagar luces, cambiar escenas de iluminación, controlar enchufes, gestionar cámaras como la Facecam de Elgato o ajustar parámetros de tu set de grabación. Es especialmente útil si trabajas en un estudio o despacho donde combinas trabajo y ocio, cambiando el ambiente con un par de toques.

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