Pruebas de producción adelantadas y objetivo: antes del año nuevo lunar
Las filtraciones procedentes de Weibo, atribuidas a la cuenta conocida como Fixed Focus Digital o “Fixed-focus digital cameras”, señalan que Apple ha dado luz verde a las primeras pruebas en las líneas de montaje del iPhone 18 a comienzos de enero de 2026. En esta etapa se fabrican tandas limitadas de unidades finales en las mismas líneas que se usarán después a gran escala, con el fin de detectar fallos, afinar tolerancias y validar el flujo completo.
Según estas fuentes, el plan interno de la compañía pasa por iniciar la fabricación masiva incluso antes del Año Nuevo Lunar chino, que en 2026 se celebra el 17 de febrero. Para el entorno industrial asiático, adelantar trabajo antes de ese parón vacacional es clave para no sufrir cuellos de botella cuando las plantas vuelven a pleno rendimiento.
Este encaje de fechas encaja con otras informaciones del sector, que hablan de que los proveedores ya han construido al menos una línea de ensamblaje específica para el iPhone 18 Pro. Aunque el dispositivo no llegaría al mercado europeo hasta la segunda mitad del año, Apple quiere ir con margen para que los ajustes de última hora no se conviertan en urgencias a pocas semanas del lanzamiento.
Conviene matizar que no todos los filtradores le dan el mismo grado de fiabilidad a este adelanto del calendario. Medios especializados que recogen estos rumores apuntan a una probabilidad moderada: la fuente ha acertado en ocasiones anteriores, pero también ha tenido errores sonados. Aun así, el movimiento se considera lógico en el contexto actual de presión sobre la cadena de suministro.
En cualquier caso, lo que parece fuera de duda es que Apple está validando ya procesos y equipamiento para los modelos premium del iPhone 18, con la intención de llegar al verano con la parte más delicada del montaje bastante encarrilada.
Diseño continuista, pero con cambios importantes en la pantalla
El motivo por el que Apple puede permitirse pisar el acelerador en el área industrial tiene que ver con el diseño. Las distintas filtraciones coinciden en que el iPhone 18 no supondrá una ruptura radical respecto al aspecto introducido en la generación 17. Hablamos de un chasis de dimensiones similares, con pantallas en torno a las 6,3 y 6,9 pulgadas en los modelos Pro, y una trasera que mantendría una línea reconocible.
Eso no significa que vaya a ser un clon del modelo actual. Rumores desde la cadena de suministro hablan de un cambio en los acabados traseros, con un cristal ligeramente translúcido y el abandono del efecto bicolor que se ha visto en algunos iPhone recientes. En la paleta de colores se barajan tonos como burdeos, marrón o morado, aunque se asume que solo una parte de estas opciones llegará a producción final.
Donde sí se notarían más las novedades es en la parte delantera. Diversas filtraciones apuntan a que Apple está probando de forma activa un sistema de Face ID completamente oculto bajo la pantalla, lo que abriría la puerta a decir adiós a la isla dinámica en sus teléfonos más avanzados. Esta tecnología utilizaría paneles con secciones microperforadas que permiten el paso de los sensores infrarrojos sin que el usuario perciba zonas claramente diferenciadas en el panel.
Para acompañar este salto, la compañía estaría testeando también una nueva colocación de la cámara frontal, mediante una perforación más pequeña desplazada a una esquina de la parte superior. La idea no es nueva en el sector Android, donde algunos fabricantes ya experimentaron con ella hace años, pero sí sería un cambio notable respecto al enfoque actual de Apple. La posibilidad de una cámara frontal mejorada es una de las hipótesis que acompañan a estos ensayos.
La clave aquí es que todo lo que se conoce hasta ahora son pruebas internas. La firma de Cupertino acostumbra a trabajar con múltiples prototipos en paralelo, descartando muchas de estas soluciones meses antes de fijar el diseño final. Incluso voces cercanas al ecosistema de la marca ponen en duda que un agujero descentrado encaje con la histórica obsesión de Apple por la simetría en el frontal.
Face id bajo la pantalla y tecnología hiaa: lo que se está probando
Detrás de estos experimentos está una tecnología que se ha mencionado en varios informes: HIAA, un sistema de perforación del panel OLED que permite colocar la cámara justo por encima del área de imagen. Esta técnica ya ha sido explorada por otros fabricantes, pero para Apple supondría un paso importante hacia ese ideal de pantalla “limpia” que lleva años persiguiendo.
Según la filtración atribuida a Digital Chat Station, Apple estaría utilizando HIAA no solo para el módulo de cámara frontal, sino también para alojar los sensores de Face ID bajo el panel. El objetivo es que, a simple vista, la pantalla del iPhone 18 Pro y Pro Max parezca prácticamente continua, con una única perforación mínima o incluso sin elementos visibles en las versiones más avanzadas.
Esta integración obligaría a afinar mucho tanto la fabricación de los paneles como el calibrado del sistema biométrico. Los proveedores de pantallas y componentes relacionados con Face ID habrían acelerado ya sus preparativos para cumplir con los plazos que se manejan en Cupertino, según fuentes de la cadena de suministro asiática.
En paralelo, se habla de otras mejoras orientadas a la gama más alta, como una apertura variable en al menos una de las cámaras traseras del iPhone 18 Pro Max. Este tipo de mecanismo permite controlar mejor la cantidad de luz que entra en el sensor, algo que podría beneficiar tanto al modo retrato como a la fotografía nocturna avanzada.
También se menciona la posibilidad de baterías ligeramente más grandes y un sistema de disipación térmica mejorado, lo que encajaría con un ligero aumento de grosor del chasis. Para el usuario europeo, esto se traduciría, sobre el papel, en más autonomía y un comportamiento más estable bajo cargas intensivas, por ejemplo, en juegos o tareas de inteligencia artificial en el propio dispositivo.
Lanzamientos escalonados y reordenación de la gama
Más allá del hardware, uno de los cambios más comentados tiene que ver con cómo y cuándo llegarán estos modelos al mercado. Distintas fuentes coinciden en que Apple estaría preparando una estrategia de lanzamientos divididos para el iPhone 18, rompiendo con la dinámica de presentar toda la familia de golpe en septiembre, salvo contadas excepciones como el iPhone SE.
La idea que empieza a tomar forma es que los iPhone 18 Pro y 18 Pro Max mantengan su estreno tradicional en otoño, acompañados —si nada se tuerce— por el esperado iPhone plegable. Este terminal flexible, del que se lleva hablando años, pasaría a ser una pieza central de la gama alta, compartiendo protagonismo con los modelos Pro en la franja más premium. Más detalles sobre el posible iPhone plegable han alimentado las expectativas del mercado.
En cambio, el modelo base del iPhone 18 seguiría un camino distinto. Filtraciones recientes apuntan a que Apple podría retrasar su lanzamiento hasta primavera del año siguiente, o incluso hasta principios de 2027 en algunos escenarios, alejándolo así del foco mediático de septiembre. Esta separación de calendarios permitiría espaciar mejor las campañas de marketing y mantener la atención del mercado durante más meses.
Incluso se baraja la posibilidad de un cambio de nombre para el modelo estándar, que podría saltar a una numeración distinta, como iPhone 20, con la idea de diferenciarlo de forma más clara de los Pro. Por ahora no hay consenso sobre si esta maniobra saldrá adelante, pero sirve para ilustrar hasta qué punto Apple estaría replanteando la estructura de su catálogo.
En este contexto, la familia de otoño quedaría formada por tres grandes protagonistas: iPhone 18 Pro, iPhone 18 Pro Max y un hipotético iPhone Fold. Las versiones más asequibles, incluida la variante base, se reservarían para una segunda oleada, con un foco más marcado en el volumen de ventas que en la innovación punta.
Por qué apple adelanta trabajo: logística, costes y memoria dram
El adelanto en las pruebas de producción no responde solo a criterios de ingeniería, también hay un componente económico claro. Fuentes del sector señalan que Apple quiere aprovechar la actual ventana de negociación con los fabricantes de memoria DRAM, cuyos contratos a gran escala estarían cerca de renovarse.
Al tener preparados chasis, placas y otros componentes clave con antelación, la compañía puede asegurar pedidos de grandes volúmenes a mejores precios antes de que cambien las condiciones del mercado. Proveedores como Samsung o SK hynix, habituales en el suministro de memoria para iPhone, entran aquí en juego de forma directa.
Además, la inestabilidad en el coste de algunos componentes y la presión sobre la capacidad productiva hacen que la firma quiera ganar margen de maniobra. Iniciar las validaciones de las líneas a principios de año reduce el riesgo de encontrarse, en pleno verano, con problemas de suministro que pudieran impactar en el lanzamiento europeo de septiembre.
Este enfoque también se apoya en el hecho de que los cambios externos respecto al iPhone 17 no obligan a rediseñar por completo las fábricas. Al reutilizar buena parte de la infraestructura y los procesos, Apple puede adelantar fases sin disparar los costes ni poner en jaque la estabilidad de la cadena de montaje.
Conviene recordar, eso sí, que no todos los componentes críticos estarán listos desde el primer momento. Informes del entorno de los fabricantes de chips subrayan que los procesadores A20 y A20 Pro, destinados a los iPhone 18 más avanzados, no entrarían en producción masiva hasta la segunda mitad de 2026, por lo que el ensamblaje final de algunas variantes se escalonará en el tiempo. La cuestión del proceso de fabricación de chips y su impacto industrial está siendo analizada en piezas como la posible vía de Apple con Intel 18A.
Impacto para usuarios en españa y europa
Desde el punto de vista del usuario en España o en otros países europeos, este movimiento se traduce, sobre todo, en una mayor probabilidad de encontrar stock en los primeros meses de venta. La estrategia de escalonar lanzamientos y adelantar la preparación industrial busca justamente aliviar los problemas de disponibilidad que se han vivido en otras generaciones durante las primeras semanas.
La posible separación entre la salida de los modelos Pro y la del modelo base también podría influir en el comportamiento de compra. Quienes esperan a las versiones más asequibles podrían verse obligados a alargar un poco más la vida de su móvil actual, mientras que el público más entusiasta tendría acceso antes a las novedades top, incluida la pantalla con Face ID oculto.
En el mercado europeo se da por hecho que los lanzamientos clave seguirán concentrándose en torno a la tradicional presentación de septiembre, con una distribución que pocas semanas
Dic 23 2025
El iPhone 18 entra en pruebas de producción y Apple acelera su hoja de ruta
Pruebas de producción adelantadas y objetivo: antes del año nuevo lunar
Las filtraciones procedentes de Weibo, atribuidas a la cuenta conocida como Fixed Focus Digital o “Fixed-focus digital cameras”, señalan que Apple ha dado luz verde a las primeras pruebas en las líneas de montaje del iPhone 18 a comienzos de enero de 2026. En esta etapa se fabrican tandas limitadas de unidades finales en las mismas líneas que se usarán después a gran escala, con el fin de detectar fallos, afinar tolerancias y validar el flujo completo.
Según estas fuentes, el plan interno de la compañía pasa por iniciar la fabricación masiva incluso antes del Año Nuevo Lunar chino, que en 2026 se celebra el 17 de febrero. Para el entorno industrial asiático, adelantar trabajo antes de ese parón vacacional es clave para no sufrir cuellos de botella cuando las plantas vuelven a pleno rendimiento.
Este encaje de fechas encaja con otras informaciones del sector, que hablan de que los proveedores ya han construido al menos una línea de ensamblaje específica para el iPhone 18 Pro. Aunque el dispositivo no llegaría al mercado europeo hasta la segunda mitad del año, Apple quiere ir con margen para que los ajustes de última hora no se conviertan en urgencias a pocas semanas del lanzamiento.
Conviene matizar que no todos los filtradores le dan el mismo grado de fiabilidad a este adelanto del calendario. Medios especializados que recogen estos rumores apuntan a una probabilidad moderada: la fuente ha acertado en ocasiones anteriores, pero también ha tenido errores sonados. Aun así, el movimiento se considera lógico en el contexto actual de presión sobre la cadena de suministro.
En cualquier caso, lo que parece fuera de duda es que Apple está validando ya procesos y equipamiento para los modelos premium del iPhone 18, con la intención de llegar al verano con la parte más delicada del montaje bastante encarrilada.
Diseño continuista, pero con cambios importantes en la pantalla
El motivo por el que Apple puede permitirse pisar el acelerador en el área industrial tiene que ver con el diseño. Las distintas filtraciones coinciden en que el iPhone 18 no supondrá una ruptura radical respecto al aspecto introducido en la generación 17. Hablamos de un chasis de dimensiones similares, con pantallas en torno a las 6,3 y 6,9 pulgadas en los modelos Pro, y una trasera que mantendría una línea reconocible.
Eso no significa que vaya a ser un clon del modelo actual. Rumores desde la cadena de suministro hablan de un cambio en los acabados traseros, con un cristal ligeramente translúcido y el abandono del efecto bicolor que se ha visto en algunos iPhone recientes. En la paleta de colores se barajan tonos como burdeos, marrón o morado, aunque se asume que solo una parte de estas opciones llegará a producción final.
Donde sí se notarían más las novedades es en la parte delantera. Diversas filtraciones apuntan a que Apple está probando de forma activa un sistema de Face ID completamente oculto bajo la pantalla, lo que abriría la puerta a decir adiós a la isla dinámica en sus teléfonos más avanzados. Esta tecnología utilizaría paneles con secciones microperforadas que permiten el paso de los sensores infrarrojos sin que el usuario perciba zonas claramente diferenciadas en el panel.
Para acompañar este salto, la compañía estaría testeando también una nueva colocación de la cámara frontal, mediante una perforación más pequeña desplazada a una esquina de la parte superior. La idea no es nueva en el sector Android, donde algunos fabricantes ya experimentaron con ella hace años, pero sí sería un cambio notable respecto al enfoque actual de Apple. La posibilidad de una cámara frontal mejorada es una de las hipótesis que acompañan a estos ensayos.
La clave aquí es que todo lo que se conoce hasta ahora son pruebas internas. La firma de Cupertino acostumbra a trabajar con múltiples prototipos en paralelo, descartando muchas de estas soluciones meses antes de fijar el diseño final. Incluso voces cercanas al ecosistema de la marca ponen en duda que un agujero descentrado encaje con la histórica obsesión de Apple por la simetría en el frontal.
Face id bajo la pantalla y tecnología hiaa: lo que se está probando
Detrás de estos experimentos está una tecnología que se ha mencionado en varios informes: HIAA, un sistema de perforación del panel OLED que permite colocar la cámara justo por encima del área de imagen. Esta técnica ya ha sido explorada por otros fabricantes, pero para Apple supondría un paso importante hacia ese ideal de pantalla “limpia” que lleva años persiguiendo.
Según la filtración atribuida a Digital Chat Station, Apple estaría utilizando HIAA no solo para el módulo de cámara frontal, sino también para alojar los sensores de Face ID bajo el panel. El objetivo es que, a simple vista, la pantalla del iPhone 18 Pro y Pro Max parezca prácticamente continua, con una única perforación mínima o incluso sin elementos visibles en las versiones más avanzadas.
Esta integración obligaría a afinar mucho tanto la fabricación de los paneles como el calibrado del sistema biométrico. Los proveedores de pantallas y componentes relacionados con Face ID habrían acelerado ya sus preparativos para cumplir con los plazos que se manejan en Cupertino, según fuentes de la cadena de suministro asiática.
En paralelo, se habla de otras mejoras orientadas a la gama más alta, como una apertura variable en al menos una de las cámaras traseras del iPhone 18 Pro Max. Este tipo de mecanismo permite controlar mejor la cantidad de luz que entra en el sensor, algo que podría beneficiar tanto al modo retrato como a la fotografía nocturna avanzada.
También se menciona la posibilidad de baterías ligeramente más grandes y un sistema de disipación térmica mejorado, lo que encajaría con un ligero aumento de grosor del chasis. Para el usuario europeo, esto se traduciría, sobre el papel, en más autonomía y un comportamiento más estable bajo cargas intensivas, por ejemplo, en juegos o tareas de inteligencia artificial en el propio dispositivo.
Lanzamientos escalonados y reordenación de la gama
Más allá del hardware, uno de los cambios más comentados tiene que ver con cómo y cuándo llegarán estos modelos al mercado. Distintas fuentes coinciden en que Apple estaría preparando una estrategia de lanzamientos divididos para el iPhone 18, rompiendo con la dinámica de presentar toda la familia de golpe en septiembre, salvo contadas excepciones como el iPhone SE.
La idea que empieza a tomar forma es que los iPhone 18 Pro y 18 Pro Max mantengan su estreno tradicional en otoño, acompañados —si nada se tuerce— por el esperado iPhone plegable. Este terminal flexible, del que se lleva hablando años, pasaría a ser una pieza central de la gama alta, compartiendo protagonismo con los modelos Pro en la franja más premium. Más detalles sobre el posible iPhone plegable han alimentado las expectativas del mercado.
En cambio, el modelo base del iPhone 18 seguiría un camino distinto. Filtraciones recientes apuntan a que Apple podría retrasar su lanzamiento hasta primavera del año siguiente, o incluso hasta principios de 2027 en algunos escenarios, alejándolo así del foco mediático de septiembre. Esta separación de calendarios permitiría espaciar mejor las campañas de marketing y mantener la atención del mercado durante más meses.
Incluso se baraja la posibilidad de un cambio de nombre para el modelo estándar, que podría saltar a una numeración distinta, como iPhone 20, con la idea de diferenciarlo de forma más clara de los Pro. Por ahora no hay consenso sobre si esta maniobra saldrá adelante, pero sirve para ilustrar hasta qué punto Apple estaría replanteando la estructura de su catálogo.
En este contexto, la familia de otoño quedaría formada por tres grandes protagonistas: iPhone 18 Pro, iPhone 18 Pro Max y un hipotético iPhone Fold. Las versiones más asequibles, incluida la variante base, se reservarían para una segunda oleada, con un foco más marcado en el volumen de ventas que en la innovación punta.
Por qué apple adelanta trabajo: logística, costes y memoria dram
El adelanto en las pruebas de producción no responde solo a criterios de ingeniería, también hay un componente económico claro. Fuentes del sector señalan que Apple quiere aprovechar la actual ventana de negociación con los fabricantes de memoria DRAM, cuyos contratos a gran escala estarían cerca de renovarse.
Al tener preparados chasis, placas y otros componentes clave con antelación, la compañía puede asegurar pedidos de grandes volúmenes a mejores precios antes de que cambien las condiciones del mercado. Proveedores como Samsung o SK hynix, habituales en el suministro de memoria para iPhone, entran aquí en juego de forma directa.
Además, la inestabilidad en el coste de algunos componentes y la presión sobre la capacidad productiva hacen que la firma quiera ganar margen de maniobra. Iniciar las validaciones de las líneas a principios de año reduce el riesgo de encontrarse, en pleno verano, con problemas de suministro que pudieran impactar en el lanzamiento europeo de septiembre.
Este enfoque también se apoya en el hecho de que los cambios externos respecto al iPhone 17 no obligan a rediseñar por completo las fábricas. Al reutilizar buena parte de la infraestructura y los procesos, Apple puede adelantar fases sin disparar los costes ni poner en jaque la estabilidad de la cadena de montaje.
Conviene recordar, eso sí, que no todos los componentes críticos estarán listos desde el primer momento. Informes del entorno de los fabricantes de chips subrayan que los procesadores A20 y A20 Pro, destinados a los iPhone 18 más avanzados, no entrarían en producción masiva hasta la segunda mitad de 2026, por lo que el ensamblaje final de algunas variantes se escalonará en el tiempo. La cuestión del proceso de fabricación de chips y su impacto industrial está siendo analizada en piezas como la posible vía de Apple con Intel 18A.
Impacto para usuarios en españa y europa
Desde el punto de vista del usuario en España o en otros países europeos, este movimiento se traduce, sobre todo, en una mayor probabilidad de encontrar stock en los primeros meses de venta. La estrategia de escalonar lanzamientos y adelantar la preparación industrial busca justamente aliviar los problemas de disponibilidad que se han vivido en otras generaciones durante las primeras semanas.
La posible separación entre la salida de los modelos Pro y la del modelo base también podría influir en el comportamiento de compra. Quienes esperan a las versiones más asequibles podrían verse obligados a alargar un poco más la vida de su móvil actual, mientras que el público más entusiasta tendría acceso antes a las novedades top, incluida la pantalla con Face ID oculto.
En el mercado europeo se da por hecho que los lanzamientos clave seguirán concentrándose en torno a la tradicional presentación de septiembre, con una distribución que pocas semanas
By Roger Casadejús Pérez • Blog 0