Face id bajo la pantalla y adiós a la isla dinámica
El gran protagonista de los rumores es el Face ID integrado bajo el panel OLED. Apple llevaría años desarrollando una solución capaz de permitir que los sensores infrarrojos y el sistema TrueDepth funcionen a través de los píxeles sin perder precisión ni nivel de seguridad, algo clave para mantener la fiabilidad del desbloqueo facial y de los pagos con el móvil.
Según fuentes de la industria, la compañía estaría utilizando un vidrio especial micro-transparente fusionado en el panel, diseñado para dejar pasar la luz infrarroja sin distorsiones. Esta zona específica del display permitiría que los sensores 3D del Face ID trabajen “a través” de la pantalla sin que el usuario perciba recortes visibles mientras usa el teléfono.
La consecuencia directa de este avance es que el recorte actual en forma de píldora desaparece físicamente. El módulo TrueDepth dejaría de ocupar espacio visible en la parte central superior del panel y pasaría a estar oculto debajo de la pantalla, dejando únicamente una apertura dedicada a la cámara frontal.
El gran cambio de diseño vendría precisamente ahí: los informes más sólidos señalan que la cámara de selfies se movería a un pequeño agujero en la esquina superior izquierda. Esta decisión recordaría a algunos modelos Android, pero con la particularidad de que en el centro ya no habría nada que interrumpa el contenido, potenciando la sensación de pantalla completa.
Desde el punto de vista de uso, desplazar la cámara a un lateral permitiría liberar el centro de la barra de estado, dejando más espacio para iconos de sistema, notificaciones y elementos de iOS y facilitar los gestos en iPhone con Face ID. Para el usuario, esto se traduciría en una interfaz más limpia, con menos distracciones en la zona más visible de la pantalla.
Este movimiento también afectaría de lleno a la interfaz: la Isla Dinámica, tal y como existe hoy, dejaría de tener sentido. Con la cámara y los sensores ya no concentrados en el centro, Apple tendría que replantear por completo cómo mostrar alertas en tiempo real, indicadores de llamadas, música y otras actividades. Distintas filtraciones hablan de un posible sistema de notificaciones más lateralizado o de animaciones menos invasivas, con iOS adaptándose a un frontal casi sin recortes.
Cómo funcionaría el nuevo face id oculto
El Face ID bajo pantalla supone un reto de ingeniería considerable. No se trata solo de esconder sensores; la clave está en que el reconocimiento siga siendo igual de fiable en condiciones difíciles, como la oscuridad, gafas, mascarillas parciales o cambios de aspecto del usuario, y que exista información sobre qué hacer si Face ID no funciona.
Las fuentes de la cadena de suministro mencionan que Apple estaría probando paneles con patrones microperforados o nanoestructurados en zonas muy concretas, para mejorar la transmisión de la luz infrarroja sin afectar de manera apreciable la calidad visual del panel. El objetivo es que el usuario no note diferencias en nitidez o color en esa región de la pantalla.
Además, se habla de tasas de error previstas similares a las de las generaciones anteriores, con un margen de fallo extremadamente bajo en la autenticación y tiempos de respuesta muy reducidos. En la práctica, el desbloqueo debería sentirse igual de inmediato, pero con un frontal mucho más limpio.
Este salto también encajaría con el interés de Apple por maximizar la superficie útil del panel. Algunos analistas especulan con que el frontal de los iPhone 18 Pro podría rozar el 98 % de aprovechamiento de pantalla, recortando aún más marcos y elementos visibles en la parte superior.
Apertura variable y mejoras en la fotografía
Más allá del rediseño del frontal, otra de las grandes novedades apuntadas para el iPhone 18 Pro es la incorporación de una apertura variable en la cámara principal trasera. Frente a las ópticas de apertura fija habituales, este sistema permitiría ajustar físicamente la entrada de luz gracias a un iris mecánico integrado en la lente.
Este mecanismo daría a los usuarios un mayor control sobre la profundidad de campo y el aspecto de las fotos. Con una apertura muy amplia, sería posible lograr un fondo más desenfocado y un bokeh más natural sin depender tanto del modo retrato por software; cerrando la apertura, se podría mantener más elementos enfocados en escenas de paisaje o en fotos de grupo.
Fuentes de la industria han mencionado a proveedores como Sunny Optical y LG Innotek entre los posibles fabricantes de este nuevo sistema de lentes. Su llegada situaría al iPhone 18 Pro más cerca del comportamiento de una cámara tradicional, algo que los aficionados a la fotografía llevan años reclamando en la gama alta.
En el apartado frontal, las filtraciones también apuntan a una cámara de selfies con resolución superior, con rumores que sitúan el salto en torno a los 24 megapíxeles respecto a generaciones previas. Combinado con el agujero perforado en la esquina, Apple buscaría equilibrar el impacto visual mínimo con una mejora real en calidad de imagen para videollamadas, redes sociales y contenido vertical.
Chip a20 pro de 2 nm y nuevo empaquetado wmcm
En el interior, todo apunta a que los iPhone 18 Pro estrenarán el chip A20 Pro fabricado por TSMC en un proceso de 2 nanómetros. Este salto en miniaturización permitiría aumentar densidad de transistores, reducir consumo y mejorar la gestión térmica respecto a los SoC actuales.
Los analistas señalan que Apple aprovecharía este nodo para introducir una arquitectura de módulo multichip (WMCM). En lugar de disponer la memoria RAM de forma separada, esta podría integrarse directamente junto a CPU, GPU y Neural Engine en el mismo paquete, reduciendo latencias y mejorando el intercambio de datos entre componentes.
Con este diseño, el iPhone 18 Pro estaría mejor preparado para las tareas intensivas de Apple Intelligence y la IA generativa en el propio dispositivo, y con especial atención a la ciberseguridad en Apple. El objetivo sería ofrecer más rendimiento sostenido, limitando los picos de temperatura y manteniendo la autonomía en niveles competitivos.
Se baraja que los modelos Pro den el salto definitivo a configuraciones de 12 GB de RAM, aunque algunas fuentes matizan que la decisión final podría depender del coste de los componentes y de la estrategia de segmentación entre gamas. En cualquier caso, el aumento de memoria parece casi obligado dado el peso creciente de la IA y de las aplicaciones profesionales.
Refrigeración, batería y experiencia de uso
Para acompañar este incremento de potencia, Apple seguiría reforzando el sistema de refrigeración interna. Se habla de una cámara de vapor mejorada y posibles láminas de grafeno para disipar mejor el calor, combinadas con una estructura interna optimizada en aluminio y titanio.
Este enfoque buscaría que el terminal se mantenga más estable durante sesiones prolongadas de juegos exigentes, grabación de vídeo en alta resolución o procesos de edición pesada. Menos estrangulamiento térmico se traduciría en un rendimiento más consistente y, de paso, en una mayor comodidad al sujetar el dispositivo.
En cuanto a autonomía, distintos informes sobre la gama 18 apuntan a baterías con tecnologías de apilamiento más avanzadas, capaces de conservar un alto porcentaje de capacidad tras muchos ciclos de carga. Aunque los datos concretos pueden variar, la idea general es prolongar la vida útil real del teléfono, algo especialmente relevante en Europa, donde las normativas y las costumbres de uso ponen el foco en la durabilidad.
Todo ello se completaría con una gestión energética afinada para el nuevo proceso de 2 nm, intentando equilibrar más potencia con un consumo contenido. En el día a día, el usuario debería notar un dispositivo que aguanta mejor jornadas intensas sin depender tanto del cargador.
Diseño, materiales y posibles colores
En lo estético, los rumores coinciden en que el marco de titanio y las líneas rectas vistas en generaciones anteriores se mantendrían en la serie iPhone 18 Pro. No se espera una revolución total en la parte trasera, sino una evolución continuista, con el gran cambio concentrado en el frontal.
Algunos informes hablan de nuevas opciones de color más sobrias, como tonos café, burdeos o morado oscuro, mientras que variantes clásicas podrían ir desapareciendo. Este tipo de ajustes suelen orientarse a diferenciar la gama Pro de los modelos estándar y a reforzar la percepción de producto más exclusivo.
También se espera que el módulo de cámaras traseras mantenga un diseño similar, aunque con modificaciones internas para alojar el iris mecánico de la apertura variable y otros cambios en los sensores. Por lo que se sabe hasta ahora, el lenguaje visual general seguiría siendo reconocible como un iPhone, pero con una cara frontal mucho menos recargada.
Precios y disponibilidad en españa y europa
Con un salto tecnológico de este calibre —Face ID bajo la pantalla, nuevo proceso de 2 nm, empaquetado multichip, lentes más complejas— todo indica que la gama iPhone 18 Pro será más cara de fabricar. La duda está en cuánto de ese incremento asumirá Apple y cuánto se trasladará al usuario final.
Tomando como referencia los precios actuales en Estados Unidos, las filtraciones apuntan a que el modelo base podría partir en torno a los 999 dólares. Traducido al contexto europeo, y teniendo en cuenta impuestos y tipos de cambio, eso podría situar el precio de salida del iPhone 18 Pro alrededor de los 1.200 euros en España, siempre dependiendo de la configuración de almacenamiento.
Para el modelo de mayor tamaño y prestaciones, el Pro Max, las estimaciones internas del sector hablan de cifras que superarían con holgura los 1.400 euros en el mercado español. No sería un cambio radical respecto a la gama actual, pero sí consolidaría a los Pro como dispositivos claramente premium dentro del catálogo.
En cuanto al calendario, todas las fuentes más fiables coinciden en señalar la tradicional keynote de septiembre de 2026 como momento previsto para la presentación de los iPhone 18 Pro y 18 Pro Max. Los modelos estándar de la serie iPhone 18 llegarían, según algunos analistas, algo más tarde, posiblemente ya en 2027, siguiendo una estrategia escalonada.
Qué encaja y qué no en la hoja de ruta de apple
Las filtraciones sobre el iPhone 18 Pro se han ido acumulando desde distintos frentes: analistas de la cadena de suministro, medios como The Information y filtradores de redes asiáticas. Aunque siempre conviene tomar estos datos con cautela, existe un patrón común en varios de ellos.
Casi todos coinciden en tres puntos clave: Face ID bajo la pantalla en los modelos Pro, cámara frontal reubicada en un orificio en la esquina superior izquierda y debut del chip A20 Pro de 2 nm. Sobre estos pilares se construye la idea de un rediseño que prioriza la pantalla completa y da más margen a la evolución del software.
También encaja con la estrategia de la marca el hecho de que las novedades más punteras se reserven primero para los modelos Pro, dejando para más adelante —y quizá para la gama estándar del iPhone 18— posibles incorporaciones como nuevas variantes de biometría combinada o ajustes de diseño menos radicales.
En cambio, otros rumores más extremos o contradictorios sobre funciones adicionales se miran con mayor escepticismo, sobre todo cuando se alejan del foco principal de esta generación: la pantalla, la biometría y la arquitectura interna del procesador. En cualquier caso, hasta que Apple suba al escenario, nada será
Dic 18 2025
iPhone 18 Pro con Face ID bajo pantalla: así sería el gran cambio de Apple
Face id bajo la pantalla y adiós a la isla dinámica
El gran protagonista de los rumores es el Face ID integrado bajo el panel OLED. Apple llevaría años desarrollando una solución capaz de permitir que los sensores infrarrojos y el sistema TrueDepth funcionen a través de los píxeles sin perder precisión ni nivel de seguridad, algo clave para mantener la fiabilidad del desbloqueo facial y de los pagos con el móvil.
Según fuentes de la industria, la compañía estaría utilizando un vidrio especial micro-transparente fusionado en el panel, diseñado para dejar pasar la luz infrarroja sin distorsiones. Esta zona específica del display permitiría que los sensores 3D del Face ID trabajen “a través” de la pantalla sin que el usuario perciba recortes visibles mientras usa el teléfono.
La consecuencia directa de este avance es que el recorte actual en forma de píldora desaparece físicamente. El módulo TrueDepth dejaría de ocupar espacio visible en la parte central superior del panel y pasaría a estar oculto debajo de la pantalla, dejando únicamente una apertura dedicada a la cámara frontal.
El gran cambio de diseño vendría precisamente ahí: los informes más sólidos señalan que la cámara de selfies se movería a un pequeño agujero en la esquina superior izquierda. Esta decisión recordaría a algunos modelos Android, pero con la particularidad de que en el centro ya no habría nada que interrumpa el contenido, potenciando la sensación de pantalla completa.
Desde el punto de vista de uso, desplazar la cámara a un lateral permitiría liberar el centro de la barra de estado, dejando más espacio para iconos de sistema, notificaciones y elementos de iOS y facilitar los gestos en iPhone con Face ID. Para el usuario, esto se traduciría en una interfaz más limpia, con menos distracciones en la zona más visible de la pantalla.
Este movimiento también afectaría de lleno a la interfaz: la Isla Dinámica, tal y como existe hoy, dejaría de tener sentido. Con la cámara y los sensores ya no concentrados en el centro, Apple tendría que replantear por completo cómo mostrar alertas en tiempo real, indicadores de llamadas, música y otras actividades. Distintas filtraciones hablan de un posible sistema de notificaciones más lateralizado o de animaciones menos invasivas, con iOS adaptándose a un frontal casi sin recortes.
Cómo funcionaría el nuevo face id oculto
El Face ID bajo pantalla supone un reto de ingeniería considerable. No se trata solo de esconder sensores; la clave está en que el reconocimiento siga siendo igual de fiable en condiciones difíciles, como la oscuridad, gafas, mascarillas parciales o cambios de aspecto del usuario, y que exista información sobre qué hacer si Face ID no funciona.
Las fuentes de la cadena de suministro mencionan que Apple estaría probando paneles con patrones microperforados o nanoestructurados en zonas muy concretas, para mejorar la transmisión de la luz infrarroja sin afectar de manera apreciable la calidad visual del panel. El objetivo es que el usuario no note diferencias en nitidez o color en esa región de la pantalla.
Además, se habla de tasas de error previstas similares a las de las generaciones anteriores, con un margen de fallo extremadamente bajo en la autenticación y tiempos de respuesta muy reducidos. En la práctica, el desbloqueo debería sentirse igual de inmediato, pero con un frontal mucho más limpio.
Este salto también encajaría con el interés de Apple por maximizar la superficie útil del panel. Algunos analistas especulan con que el frontal de los iPhone 18 Pro podría rozar el 98 % de aprovechamiento de pantalla, recortando aún más marcos y elementos visibles en la parte superior.
Apertura variable y mejoras en la fotografía
Más allá del rediseño del frontal, otra de las grandes novedades apuntadas para el iPhone 18 Pro es la incorporación de una apertura variable en la cámara principal trasera. Frente a las ópticas de apertura fija habituales, este sistema permitiría ajustar físicamente la entrada de luz gracias a un iris mecánico integrado en la lente.
Este mecanismo daría a los usuarios un mayor control sobre la profundidad de campo y el aspecto de las fotos. Con una apertura muy amplia, sería posible lograr un fondo más desenfocado y un bokeh más natural sin depender tanto del modo retrato por software; cerrando la apertura, se podría mantener más elementos enfocados en escenas de paisaje o en fotos de grupo.
Fuentes de la industria han mencionado a proveedores como Sunny Optical y LG Innotek entre los posibles fabricantes de este nuevo sistema de lentes. Su llegada situaría al iPhone 18 Pro más cerca del comportamiento de una cámara tradicional, algo que los aficionados a la fotografía llevan años reclamando en la gama alta.
En el apartado frontal, las filtraciones también apuntan a una cámara de selfies con resolución superior, con rumores que sitúan el salto en torno a los 24 megapíxeles respecto a generaciones previas. Combinado con el agujero perforado en la esquina, Apple buscaría equilibrar el impacto visual mínimo con una mejora real en calidad de imagen para videollamadas, redes sociales y contenido vertical.
Chip a20 pro de 2 nm y nuevo empaquetado wmcm
En el interior, todo apunta a que los iPhone 18 Pro estrenarán el chip A20 Pro fabricado por TSMC en un proceso de 2 nanómetros. Este salto en miniaturización permitiría aumentar densidad de transistores, reducir consumo y mejorar la gestión térmica respecto a los SoC actuales.
Los analistas señalan que Apple aprovecharía este nodo para introducir una arquitectura de módulo multichip (WMCM). En lugar de disponer la memoria RAM de forma separada, esta podría integrarse directamente junto a CPU, GPU y Neural Engine en el mismo paquete, reduciendo latencias y mejorando el intercambio de datos entre componentes.
Con este diseño, el iPhone 18 Pro estaría mejor preparado para las tareas intensivas de Apple Intelligence y la IA generativa en el propio dispositivo, y con especial atención a la ciberseguridad en Apple. El objetivo sería ofrecer más rendimiento sostenido, limitando los picos de temperatura y manteniendo la autonomía en niveles competitivos.
Se baraja que los modelos Pro den el salto definitivo a configuraciones de 12 GB de RAM, aunque algunas fuentes matizan que la decisión final podría depender del coste de los componentes y de la estrategia de segmentación entre gamas. En cualquier caso, el aumento de memoria parece casi obligado dado el peso creciente de la IA y de las aplicaciones profesionales.
Refrigeración, batería y experiencia de uso
Para acompañar este incremento de potencia, Apple seguiría reforzando el sistema de refrigeración interna. Se habla de una cámara de vapor mejorada y posibles láminas de grafeno para disipar mejor el calor, combinadas con una estructura interna optimizada en aluminio y titanio.
Este enfoque buscaría que el terminal se mantenga más estable durante sesiones prolongadas de juegos exigentes, grabación de vídeo en alta resolución o procesos de edición pesada. Menos estrangulamiento térmico se traduciría en un rendimiento más consistente y, de paso, en una mayor comodidad al sujetar el dispositivo.
En cuanto a autonomía, distintos informes sobre la gama 18 apuntan a baterías con tecnologías de apilamiento más avanzadas, capaces de conservar un alto porcentaje de capacidad tras muchos ciclos de carga. Aunque los datos concretos pueden variar, la idea general es prolongar la vida útil real del teléfono, algo especialmente relevante en Europa, donde las normativas y las costumbres de uso ponen el foco en la durabilidad.
Todo ello se completaría con una gestión energética afinada para el nuevo proceso de 2 nm, intentando equilibrar más potencia con un consumo contenido. En el día a día, el usuario debería notar un dispositivo que aguanta mejor jornadas intensas sin depender tanto del cargador.
Diseño, materiales y posibles colores
En lo estético, los rumores coinciden en que el marco de titanio y las líneas rectas vistas en generaciones anteriores se mantendrían en la serie iPhone 18 Pro. No se espera una revolución total en la parte trasera, sino una evolución continuista, con el gran cambio concentrado en el frontal.
Algunos informes hablan de nuevas opciones de color más sobrias, como tonos café, burdeos o morado oscuro, mientras que variantes clásicas podrían ir desapareciendo. Este tipo de ajustes suelen orientarse a diferenciar la gama Pro de los modelos estándar y a reforzar la percepción de producto más exclusivo.
También se espera que el módulo de cámaras traseras mantenga un diseño similar, aunque con modificaciones internas para alojar el iris mecánico de la apertura variable y otros cambios en los sensores. Por lo que se sabe hasta ahora, el lenguaje visual general seguiría siendo reconocible como un iPhone, pero con una cara frontal mucho menos recargada.
Precios y disponibilidad en españa y europa
Con un salto tecnológico de este calibre —Face ID bajo la pantalla, nuevo proceso de 2 nm, empaquetado multichip, lentes más complejas— todo indica que la gama iPhone 18 Pro será más cara de fabricar. La duda está en cuánto de ese incremento asumirá Apple y cuánto se trasladará al usuario final.
Tomando como referencia los precios actuales en Estados Unidos, las filtraciones apuntan a que el modelo base podría partir en torno a los 999 dólares. Traducido al contexto europeo, y teniendo en cuenta impuestos y tipos de cambio, eso podría situar el precio de salida del iPhone 18 Pro alrededor de los 1.200 euros en España, siempre dependiendo de la configuración de almacenamiento.
Para el modelo de mayor tamaño y prestaciones, el Pro Max, las estimaciones internas del sector hablan de cifras que superarían con holgura los 1.400 euros en el mercado español. No sería un cambio radical respecto a la gama actual, pero sí consolidaría a los Pro como dispositivos claramente premium dentro del catálogo.
En cuanto al calendario, todas las fuentes más fiables coinciden en señalar la tradicional keynote de septiembre de 2026 como momento previsto para la presentación de los iPhone 18 Pro y 18 Pro Max. Los modelos estándar de la serie iPhone 18 llegarían, según algunos analistas, algo más tarde, posiblemente ya en 2027, siguiendo una estrategia escalonada.
Qué encaja y qué no en la hoja de ruta de apple
Las filtraciones sobre el iPhone 18 Pro se han ido acumulando desde distintos frentes: analistas de la cadena de suministro, medios como The Information y filtradores de redes asiáticas. Aunque siempre conviene tomar estos datos con cautela, existe un patrón común en varios de ellos.
Casi todos coinciden en tres puntos clave: Face ID bajo la pantalla en los modelos Pro, cámara frontal reubicada en un orificio en la esquina superior izquierda y debut del chip A20 Pro de 2 nm. Sobre estos pilares se construye la idea de un rediseño que prioriza la pantalla completa y da más margen a la evolución del software.
También encaja con la estrategia de la marca el hecho de que las novedades más punteras se reserven primero para los modelos Pro, dejando para más adelante —y quizá para la gama estándar del iPhone 18— posibles incorporaciones como nuevas variantes de biometría combinada o ajustes de diseño menos radicales.
En cambio, otros rumores más extremos o contradictorios sobre funciones adicionales se miran con mayor escepticismo, sobre todo cuando se alejan del foco principal de esta generación: la pantalla, la biometría y la arquitectura interna del procesador. En cualquier caso, hasta que Apple suba al escenario, nada será
By Roger Casadejús Pérez • Blog 0